La historia de Sarah Button
Sarah Button, una joven australiana de 23 años, estaba a punto de graduarse en su carrera como abogada, pero la Universidad la expulsó tras descubrir que tenía una cuenta en OnlyFans.
El debate sobre la privacidad de los estudiantes
La decisión de la Universidad ha generado controversia en las redes sociales y ha abierto el debate sobre la libertad de expresión y la privacidad de los estudiantes en sus vidas privadas.
La argumentación de la Universidad
Aunque intentó explicar que usaba un alias para publicar su contenido, las autoridades educativas argumentaron que el compartir este tipo de material iba en contra de la política de redes sociales que Sarah había firmado al ingresar a la institución. Ante la situación, la Universidad le dio como alternativa a Sarah bajar el contenido compartido a través de sus redes sociales y, en específico, de OnlyFans, ya que consideraban que este tipo de imágenes «va en contra de los valores de la institución».
La postura de Sarah Button
Para Sarah, esto significaría desperdiciar los 50 mil dólares que había invertido en sus estudios, por lo que decidió continuar con la explotación de sus redes sociales. Aunque su trabajo como creadora de contenido para adultos puede tener ciertos estigmas, ella asegura que no se siente mal por ello y está feliz de poder ayudar a su familia y vivir una vida más independiente.
El debate sobre la libertad de expresión
En este sentido, algunos argumentan que la expulsión de Sarah es una clara violación de su derecho a la privacidad y la libertad de expresión, mientras que otros sostienen que la decisión de la Universidad está justificada, ya que el contenido de OnlyFans puede ser considerado inapropiado para una estudiante de abogacía y va en contra de los valores de la institución.
Sarah Button en OnlyFans
Sea cual sea la opinión que se tenga sobre este tema, lo cierto es que la historia de Sarah Button provocó un importante debate sobre la privacidad y la libertad de expresión de los estudiantes en sus vidas privadas y ha puesto en el ojo del huracán el particular mundo de OnlyFans.
