Silvina Soria, la militante erótica que se postula como concejal en Avellaneda.

Silvina Soria, la militante de Milei que vende contenido erótico

La política es un juego que no tiene un manual o ley general que establezca cómo manejarse en ella, por lo que diversas personalidades de diferentes ámbitos, como el espectáculo, el deporte o los medios, han decidido incursionar en esta actividad en algún momento de sus vidas. Una de ellas es Silvina Soria, influencer de 36 años que vive en Avellaneda, donde el peronismo ha gobernado desde hace 20 años y cuyo actual intendente, el kirchnerista Jorge Ferraresi, ganó las últimas dos elecciones con porcentajes cercanos o superiores al 50%.

La militancia y la venta de contenidos eróticos

Silvina Soria es militante del partido político de Javier Milei, La Libertad Avanza, y está trabajando por su candidatura a concejal en las próximas elecciones. Además, su fuente de ingresos son los contenidos eróticos que vende en redes sociales, algo que comenzó en 2013 y que la ha llevado a tener su propia página web desde hace 10 años. Al respecto, la militante libertaria señala que aunque puede ser algo que llame la atención, no cree que afecte su imagen y que sus hijos saben de su trabajo, aunque con excepción de la más pequeña que tiene autismo.

El deseo de aportar a su ciudad

A pesar de su trabajo como influencer y vendedora de contenido erótico, Silvina Soria tiene el deseo de ser concejal en su ciudad y poder aportar a ella. Si bien aclara que eso no depende de ella, trabaja para que Javier Milei sea presidente y espera que el partido decida lo que sea mejor.

La historia de vida de Silvina Soria

Aunque en algún momento se la presentó como la «ex piquetera» y «ex K» que se había vuelto libertaria, la historia de Silvina Soria tiene algunas diferencias y una tragedia familiar. Entre 1999 y 2004, Soria asistió a marchas del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Aníbal Verón y vivió momentos duros, ya que su casa era de madera con piso de tierra y el inodoro era un cajón de frutas. Además, un piquetero de origen paraguayo asesinó a su madre de más de 70 puñaladas, lo que la llevó a trabajar en diferentes lugares, desde limpiar casas hasta supermercados chinos, hasta que consiguió trabajo en una YPF.