
La Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se ha visto envuelta en un escándalo tras la denuncia de acoso y hostigamiento contra una estudiante que vendía contenido en OnlyFans. Dos alumnos, identificados como Federico J. y Gaspar O., fueron acusados de coordinar una campaña de ataques en grupos de Telegram, lo que llevó a una investigación judicial que ahora avanza hacia el juicio oral.
Hostigamiento y exposición en redes: una historia de acoso digital
El caso salió a la luz cuando la víctima, una joven estudiante de Ciencias de la Computación, denunció haber sido acosada sistemáticamente por sus compañeros luego de que estos descubrieran su perfil en OnlyFans. Según la investigación, los acusados obtuvieron y difundieron el link de su cuenta sin su consentimiento, además de enviarle mensajes con insinuaciones sexuales y amenazas.
Uno de los mensajes en Telegram, presuntamente enviado por Federico J. bajo un alias racista, evidenciaba el nivel de acoso que sufría la joven:
“Cómo me vas a hacer esto. No tenés códigos.”
“El que estudia computación sos vos.”
“Muy bueno. Haceme mierda. Escrachame. Rompeme con la cinturonga.”
Los mensajes contenían ofertas de dinero a cambio de encuentros y violencia verbal constante, lo que llevó a la joven a abandonar las clases.
Investigación y pruebas contundentes
La jueza Alejandra Provitola, a cargo del caso, junto con la Fiscalía N°18, reunió una serie de pruebas que vinculan a los acusados con el acoso digital y la divulgación no autorizada del contenido de la víctima. Uno de los hallazgos más relevantes fue la confirmación de que Federico J. tenía una cuenta en OnlyFans y utilizó su dirección IP para contactar a la víctima bajo un alias distinto.
Además, la plataforma OnlyFans respondió a un oficio judicial, proporcionando registros que coincidían con los datos personales de Federico J., incluyendo la dirección de su domicilio y su correo electrónico, los cuales también fueron corroborados por la Universidad de Buenos Aires.
Gaspar O.: amenazas extremas y prisión domiciliaria
El caso de Gaspar O. se agravó cuando se descubrió que, además del acoso contra su compañera, había publicado en un grupo de Telegram un mensaje que sugería un ataque con armas contra estudiantes de ideología kirchnerista en la facultad. La amenaza, que mencionaba específicamente un ataque en el Pabellón 2 de Ciencias Exactas, fue denunciada por otros alumnos y llevó a su detención.
En agosto de 2024, agentes de la División Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal Argentina allanaron su domicilio y ejecutaron un pedido de captura internacional en su contra. Gaspar fue finalmente arrestado y pasó un período en el penal de Ezeiza antes de recibir el beneficio de prisión domiciliaria en su departamento en el barrio de Flores.
Un submundo de acoso en Telegram
La investigación reveló la existencia de grupos de Telegram donde se compartía contenido misógino y de acoso contra estudiantes de la UBA. En particular, un canal llamado “Incels DC UBA” estaba dedicado a la humillación de mujeres, donde los participantes las calificaban por su aspecto y discutían sobre su vida privada.
El grupo fue denunciado por dos alumnas, quienes señalaron a Gaspar O. como su principal administrador. Sin embargo, en su declaración ante la jueza, Gaspar negó ser el responsable y acusó a otro compañero de haberlo gestionado.
Expulsión y consecuencias en la UBA
Antes de que el caso llegara a la Justicia, la estudiante afectada denunció a sus acosadores ante la Universidad de Buenos Aires. Como resultado, tanto Federico J. como Gaspar O. fueron expulsados de diversos espacios académicos.
En un intento de minimizar las acusaciones, Federico justificó su conducta con un mensaje a otros alumnos:
“Yo no la acosé. Me contacté con ella a través de OnlyFans o Telegram para tener relaciones. No quiso y listo, le dejé de hablar.”
Sin embargo, la investigación demostró que la conducta de los acusados iba mucho más allá de un simple contacto: existió un patrón sistemático de acoso y hostigamiento, con pruebas digitales que los incriminan.
El juicio y un precedente en casos de acoso digital
Actualmente, la Justicia ha elevado a juicio oral la causa contra Gaspar O., mientras que la investigación contra Federico J. continúa en proceso de recolección de pruebas adicionales.
Este caso marca un precedente en la lucha contra el acoso digital y la violencia de género en entornos universitarios. La exposición y persecución judicial de estos hechos demuestran la creciente importancia de regular y castigar el uso indebido de plataformas digitales para intimidar y humillar a mujeres en espacios académicos y en línea.